Con la aparición de la actual crisis, desde las
disciplinas de RRHH no se tardó en re-utilizar el concepto de resilencia: capacidad
natural para tolerar adversidades, transformarlas en desafíos y oportunidades
así como fortalecerse. De este modo, las personas resilentes son mentalmente
abiertas, dispuestas al cambio y novedad.
¿Es posible
desarrollar la resilencia?
Es posible e incluso recomendable. Ello implica
tener un buen conocimiento de uno mismo, realizar un camino para conocer
nuestras fortalezas y debilidades, potenciar nuestro talento y conseguir
manifestarlo.
Igualmente es preciso saber tolerar nuestros fallos
y carencias, admitirlos y considerarlos un punto de partida de nuestro
aprendizaje constante, de nuestra auto-superación.
Aprender a enriquecernos con las relaciones con los demás así como dejar de coartar los sentimientos. Aprender a
introducir un cierto humor en las dificultades, perder miedos y adoptar un
pensamiento positivo.
Las dificultades o adversidades impactan y se
enfrentan a nuestro "auto liderazgo" o "autoestima", en
nosotros está superar las situaciones, aprender y tomar decisiones correctas para recuperar de nuevo a "nuestro punto
de equilibrio", es decir, ser resilentes.
No siempre es fácil, posible o suficientemente rápido,
en este caso la decisión correcta es
buscar un apoyo que nos conduzca en este camino: UN BUEN COACH
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