martes, 23 de julio de 2013

Management: ofrecer un servicio de alta calidad. (II)

Ofrecer un servicio de calidad es un proceso altamente dinámico. Debe ser impulsado, gestionado, analizado, corregido…
Si la cultura organizativa se orienta a un servicio de calidad, este factor debe incorporarse a los equipos actuales pero también y de forma clara un programa de desarrollo de la calidad en el servicio debe abarcar los primeros estadios de la selección del nuevo personal, de lo contrario, el cambio hacia la calidad no será ni sostenible ni duradero.
Para la incorporación de talento a la organización es preciso establecer parámetros elevados desde la contratación en relación a cada puesto y ámbito de responsabilidad asignada.
Con frecuencia, en muchos procesos de selección aparecen presiones y urgencias para cubrir un puesto que pueden suponer relajar el nivel exigido para un determinado perfil. Resulta entonces importante comprender que lo que hay en juego es la calidad del servicio y que de este depende la compañía.
Puesto que sabemos que es muy lento y costoso que la calidad sea percibida y que resulta muy fácil y rápido perderla, por una vez podemos ser pesimistas y pensar que: Es más fácil que un mal candidato intoxique a un buen equipo a que un equipo convierta a un mal candidato en un buen componente de este.
Las empresas que emplean un servicio excelente tienen un denominador común, mantienen los niveles de exigencia en todo momento en sus procesos de incorporación, no es aceptable actuar con precipitación.

En estos procesos, además de capacidades y conocimientos adecuados es importante detectar actitudes y valores que encajen en la cultura de la empresa y en su estrategia. En otras palabras, además de una formación concreta el profesional responsable del proceso de selección debe ser capaz de identificar un conjunto de cualidades personales que influyen la eficacia en la que se presta el servicio.


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